
Más que una película de terror habría que definir al remake de la desaparecida “London After Midnight” como de intriga o misterio. No es en sí una cinta de vampiros al uso. Se basa en la superstición que provoca dicho tema para desarrollar la trama e incluso una inteligente parodia.
Tod Browning nunca tuvo suerte con los censores ni productores. Media de hora de película perdida así como un puñado de personajes para erradicar toda posible visión por parte de los espectadores de la relación incestuosa que mantienen el Conde Mora (Bela Lugosi) y su hija. Con los cortes se relega el protagonismo a los otros personajes principales y al misterio que les rodea. Aunque algunos acusan a estos 58 minutos de aburridos.
En mi opinión, “La marca del vampiro” es otro inteligente, macabro y misterioso juego de espejos de Browning. Otra muestra de su indudable talento.
Tod Browning nunca tuvo suerte con los censores ni productores. Media de hora de película perdida así como un puñado de personajes para erradicar toda posible visión por parte de los espectadores de la relación incestuosa que mantienen el Conde Mora (Bela Lugosi) y su hija. Con los cortes se relega el protagonismo a los otros personajes principales y al misterio que les rodea. Aunque algunos acusan a estos 58 minutos de aburridos.
En mi opinión, “La marca del vampiro” es otro inteligente, macabro y misterioso juego de espejos de Browning. Otra muestra de su indudable talento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario