domingo, 7 de noviembre de 2010

El hundimiento de la casa Usher de jean epstein




Adaptación de la historia de Edgar Allan Poe con profusión de sobreimpresiones, ángulos de cámara bastante inusuales y cámaras lentas. La trama sigue la espiral trágica en torno Roderick Usher (Jean Debucourt, una especie de Conrad Veidt francés), que se dedica a pintar un cuadro de su esposa Madeleine (Marguerite Gance). Pero a medida que el lienzo va progresando, la salud de ella se va minando. Todo esto es mostrado desde el punto de vista de un amigo (Charles Lamy) que visita a Usher en su casa, y que trata tibiamente de salvar lo poco de cordura que le queda. El inicio de la película, con el viajero entrando en la taberna y manifestando sus deseos de visitar la casa Usher (y ningún cochero se anima a llevarlo), no es más que una cita a "Drácula". El resto es un muestrario de los temas y tópicos del genial escritor de Maine, en donde figuran el concepto de entierro prematuro, la monomanía, Ligeia y muchas cuestiones más. Jean Epstein logra manifestarse con fuerza a través de todo tipo de recursos cinematográficos, aunque a veces caiga en situaciones ridículas. Para remarcar es el recurso de la cámara subjetiva que se mueve casi al ras del suelo entre hojas secas y ramas caídas; salvando todas las distancias, esencialmente es el mismo recurso con que Sam Raimi mostrará a su criatura arquetípica en la lovecraftiana EVIL DEAD (Diabólico-1982). En contraprestación, la película de Epstein tiene momentos involuntariamente risibles que para nada opacan los anteriores logros descriptos.


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