domingo, 7 de noviembre de 2010

El fantasma de la opera 1925



Gran clásico mudo del género de terror producido por la Universal que adapta la triste novela de Gaston Leroux. Cuenta la historia de Erik (Lon Chaney), un hombre deformado que reside en los sótanos de la ópera de París, que, enamorado de Christine Daa (Mary Philbin), la instruye musicalmente, de forma anónima, hasta convertirla en una importante diva del canto. La aparición de Raoul de Chagny (Norman Kerry), que intenta conquistar a Christine, obliga al fantasma a dar la cara.

El productor de la Universal pictures Carl Laemmle viaja a Paris en 1922 y queda absolutamente enamorado de la ciudad, y especialmente, del edificio de la ópera Parisina y de la obra de Gaston Leroux: "El fantasma de la ópera". Por aquel entonces la Universal se encontraba produciendo una película ambientada también en Paris, "El jorobado de Notre Dame" (The hunchback of Notre Dame 1923), y tras el éxito cosechado por esta tras su estreno, Carl Laemmle decide llevar a cabo el proyecto. Tras la escritura de varios guiones se contrata al neocelandés Rupert Julian para la dirección del proyecto, quien acababa de dirigir para el estudio "The midnight Guest" (1923). Y como estrella indiscutible del film, Lon Chaney, quien daría vida al fantasma.

La realización del film vivió bastantes cambios, fruto de enfrentamientos entre Chaney y Julian. Pues este ultimo no simpatizaba con la forma independiente con que Chaney creaba sus personajes, quien en todos sus trabajos gozaba de toda libertad creativa dado su gran talento para el maquillaje y la interpretación, y llegaron incluso a no dirigirse la palabra durante la mitad del rodaje de la película hablando solo a través de Charles Van Enger, un camarógrafo que les hizo de mensajero. Incluso el mismo Lon Chaney participó en la dirección de varias partes de la película debido a estos enfrentamientos. Laemmle no quedó satisfecho con la versión rodada por Julian y contrató a Edward Sedgwick para dirigir un nuevo final (Sedgwick filmó la magistral escena de persecución por las calles de París). También se cambiaron varios carteles explicativos y se suprimieron algunas escenas, estrenándose finalmente la película el 6 septiembre de 1925 en Nueva York cosechando un enorme éxito. Cuatro años después con la llegada del sonoro, el exigente Laemmle mandó montar una nueva versión con mas efectos sonoros, diálogos, música y arias de ópera.

A principios de la década de los años 20, Europa había producido varios títulos tan interesantes dentro del expresionismo alemán como "Nosferatu, el vampiro" (Nosferatu, eine symphonie des grauens, 1922, Friedrich Wilhelm Murnau), "El gabinete del doctor Caligari" (Das kabinet des doktor Caligari, 1919, Robert Wiene), "El hombre de las figuras de cera" (Das Wachsfigurenkabinett, 1924, Paul Leni). Títulos que sin duda marcaron profundamente lo que devendría en U.S.A los siguientes años. Y aparte de que Murnau, Lang y Paul Leni continuaran su carrera cinematográfica en los Estados Unidos, los estudios hollywodienses produjeron sus films inspirándose y basándose en novelas europeas. Como el caso que nos ocupa, donde Laemmle llevó a la Universal a lo mas alto(por aquel entonces Hollywood la consideraba como una fábrica de salchichas por sus películas y seriales tan carentes de criterio estético) al encontrar una rica fuente de inspiración en la literatura francesa.

"El fantasma de la opera" resulta ser todo un espectáculo visual soberbiamente bien conducido entre el suspense y el romanticismo. Una historia de venganza a manos de un hombre rechazado por su aspecto físico, exiliado en los subterráneos de la ópera parisina donde el se forma en su soledad, totalmente aislado de la sociedad, su propio mundo y sus propios códigos de conducta. Desde el punto de vista del espectador, Eric, no es ningún monstruo, se acepta su rostro, es una victima. Pero lo que no conocemos es la mente delirante y enfermiza formada durante los años de convivencia con las ratas y la oscuridad de esas cloacas. Pero mediante va avanzando la trama, pronto descubrimos al monstruo.

Un film con escenas tan brillantes como el momento en que Mary Philbin despoja de la mascara a Eric, mostrando así su deformado rostro, o la escena del baile con la aparición de Chaney como la Muerte Roja. Todo ello resuelto con una excelente atmósfera sombría y con toques expresionistas. El film está considerado por muchos amantes del cine, como la mejor adaptación de la obra de Gaston Lero

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