domingo, 31 de octubre de 2010

El hijo de Frankenstein, La ultima de la trilogia









Mucha gente no conocedora del ciclo de terror de la universal siempre mete este filme en la coleccion de filmes de serie b del genero, nada más lejos de la realidad, el hijo de frankenstein es un filme más que inspirado, y en algunos aspectos respira puro arte por todos sus poros. Para empezar el reparto es una verdadera joya llena de actorazos, el tandem Lugosi-Karloff funciona a la perfección y Basilo Rathbone y Lionel Atwill no hacen sino mejorar el producto. La novia de frankenstein es cierto que es la mejor de las tres, esa perfecta mezcla de magia, cuento de hadas aqui desaparece, el castillo de frankenstein no se parece en nada al anterior, de ese castillo gotico ya nada queda, un castillo completamente expresionista que haria las delicias de los amantes de la vieja escuela germana lo substituye, y de ese torreon en medio de la nada donde se gesto el mounstro lo que que queda es una moderna cupula, no hay explicación posible en porque estas diferencias en un entorno en el que se supone que es el mismo lugar pero supongo que ese es uno de los encantos de estas peliculas.

sinopsis:

Aquí el último hijo del Dr. Heinrich Von Frankenstein, Wolf (Basil Rathbone) vuelve a la propiedad de la familia para encontrarse con el rechazo hostil de los aldeanos y con un misterioso y siniestro personaje: Ygor (notable Bela Lugosi), quien le dará ciertas pautas para proporcionarle vida al monstruo, que al fin y al cabo después de tantos años, sigue con vida. En el papel de la criatura tenemos a Boris Karloff, quien interpreta por última vez tal papel; los mismos gestos y movimientos para una aceptable entrega. La mitología se engrosa también con el personaje del Inspector Krogh (Lionel Atwill) que porta una aparatosa prótesis en lugar de su brazo derecho. El filme nuevamente oscila entre la comedia negra (las andanzas del terrorífico dúo Ygor - Monstruo lo denotan) y el terror expresionista (los decorados y los climas creados en torno al castillo son el mejor ejemplo. Aunque aquí la magia del filme precedente ya se ha perdido. El Monstruo no vuelve a hablar y el desenlace, de alguna manera poético de La Novia... se ha perdido. Solo queda una película técnicamente correcta y entretenida.

domingo, 17 de octubre de 2010

El jovencito Frankenstein





Frederick Frankenstein es un afamado especialista en el sistema nervioso que se encuentra dando clases en la universidad. Pero su abuelo ha fallecido y él debe presentarse a reclamar la herencia en su castillo de Transilvania. Frederick siempre ha renegado de la leyenda negra acerca de los experimentos de su abuelo, pero una vez que se encuentra en el castillo, descubre y comienza a obsesionarse con los papeles de trabajo acerca del proceso de dar vida a los cuerpos muertos. Junto con su ayudante Igor, roban un cadaver y le transplantan un cerebro. La criatura es revivida gracias a la electricidad, pero el cerebro del transplante resulta ser la de un humano anormal, y el monstruo se vuelve incontrolable. Fuera de sí, la criatura escapa y varios habitantes de la zona tienen aterradores encuentros con él. Entonces Frederick deduce que lo que precisa la criatura es una transferencia de inteligencia de su propio cerebro. Pero el pueblo se ha levantado en horda y se dirige hacia el castillo, justo en el momento exacto en que Frederick se encuentra transfiriendo parte de su mente al monstruo.


o.






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sábado, 16 de octubre de 2010

Un perro andaluz


Aquí entra la que es considerada la primera filmación surrealista: "Un perro andaluz". Este corto, de imágenes aparentemente inconexas, fue firmado por Luis Buñuel, en colaboración de su amigo Salvador Dalí. En la cinta no se observa ningún perro y, que se sepa, tampoco ningún andaluz, es más se desarrolla en un espacio desconocido, no imprime ninguna connotación personal a los protagonistas y tampoco ningún dato que nos muestre el tiempo en que se desarrolla. He aquí otra de las bazas con las que juega: no hay tiempo, hay saltos, zancadas abismales en las que no se intenta ver a donde ha ido uno a parar, por ejemplo, el protagonista vuelve a la infancia sin cambiar en apariencia cuando es castigado con cargar los brazos con libros. las imágenes aparecen como en los sueños: inconexas, representando miedos interiores, paisajes imposibles y evocaciones sexuales, en fin, pulsiones freudianas.

Así bien dijo Buñuel que esta mirada loca nació de la confluencia de dos sueños, uno suyo y otro de Dalí, una cuchilla de afeitar que corta un ojo y una mano llena de hormigas, respectivamente. Si bien la filmación dura bastante poco (como la fase REM de los sueños) no son pocas las imágenes que se quedan grabadas en nuestro subconsciente:

- Un señor afila una navaja y observa la luna llena.
- Las nubes tapan la luna. La navaja se hunde en el ojo de una mujer.
- Un personaje de aspecto andrógino es atropellado por un coche y otro, después de observar la desgracia, agrede sexualmente a una mujer.
- Dos curas (uno de ellos es Dalí) aparecen atados a un piano sobre el que descansan dos burros putrefactos.
- Después de un paseo por la playa, dos amantes aparecen semienterrados en la arena, cubiertos de insectos.

Estas y otras escenas hacen que esta película se vea entre el asombro y la carcajada, teniendo siempre en mente una pregunta: "pero... ¿qué estoy viendo?". Es que no hace falta dotar de racionalismo a las imágenes, tan sólo hay que dejarse llevar, esperar que afloren los sentimientos y, una vez visionada la película, olvidarla, si es que uno puede.

¿Qué hay de surrealismo en las imágenes? En primer lugar se observa la constante metamorfosis de los objetos, un cambio de estado, lugar y forma (recuérdense los famosos blandos relojes de la obra de Dalí "La persistencia de la memoria"). En la película: un hombre encuentra el vello de una axila suya en lugar de su boca. ¿Qué más? Las relaciones, las simbiosis, las continuas catarsis: así, la luna se convierte en ojo y una nube en navaja que corta la luna.

night of the ghouls


A lo que íbamos... estuve viendo el otro día Night of the Ghouls (1959) y me apetece destacar un par de cuestiones en torno a la descarada incongruencia que rodea toda obra de Wood.
Night of the Ghouls parece ser una secuela de Bride of the Monster (1955)

Sea como sea la "acción" (si hay algo que se pueda llamar así en la película) parte de unos hechos que supuestamente el espectador debe conocer, aunque no es necesario, ya que lo único que comparte con Bride of the monster, es el espacio, una casa que se quemó en la primera película, y uno de los monstruos que sobrevivió al incendio, interpretado por el inefable Tor Johnson, habitual en varias películas de Wood.
También es habitual en Wood desarrollar la acción a través de un narrador, en esta ocasión Criswell, como en Plan 9, que se presenta al inicio de la película a través de una disgresión incomprensible que llama a la conciencia cívica del espectador, advirtiendo sobre las víctimas de la violencia callejera y los accidentes de tráfico... aunque, claro, los fantasmas y los monstruos, provocan muchas más muertes.
La persistente voz en off de Criswell es la que se encarga de dar coherencia a la historia, de rellenar las elipsis narrativas (aunque más bien se trata de lagunas, de incongruencias del guión)
En definitiva, La casa de los sauces, la casa que resurgió de sus cenizas (y en la que curiosamente todas las puertas están en el lado derecho de los pasillos y llevan inevitablemente a la misma sala) es el lugar escogido por el Dr. Acula (sin comentarios) para crear sus farsas espiritistas. Al mismo tiempo, e incomprensiblemente, tienen lugar en torno a la casa apariciones verdaderas de espectros junto a apariciones de falsos espectros. La idea del enfrentamiento de los fantasmas de la dama de blanco y la dama de negro, uno un fantasma real, el otro un falso fantasma, es sencillamente eso... una idea.
El teniente Bradford es enviado a investigar lo que ocurre en La casa de los sauces. Lo que allí ve, una sesión de espiritismo, es uno de los momentos más hilarantes de la película. Sin embargo Bradford debe descubrir que ocurre realmente y desenmascarar al Dr. Acula. Su proceso de investigación es seguido por la voz de Criswell:

"El teniente Bradford bajó la escalera que recordaba tan bien de días pasados cuando investigaba al científico loco y sus monstruos. El tragaluz por el que había entrado hacía años estaba barrado, impidiendo entrar o salir.Recordó la sensación fría y húmeda de la barandilla... fría y húmeda como la muerte. Sí. Era la misma que recordaba, quizás más fría y sorprendente. Luchaba por mantenerse en el presente pero el pasado seguía acechando. Casi se podían oir sus pensamientos".

Y aquí se produce uno de los momentos mágicos de la película, un momento casi metaliterario, en el que un narrador, Criswell, cede el puesto a los pensamientos de un personaje, el teniente Bradford. Lástima que lo que pasa por la mente de un policía sea de una banalidad total:

"Sólo es una barandilla de metal. Ah. Curioso que este Dr. Acula también haya instalado una barandilla".

Y la frase definitiva (de cómo funciona la mente de un detective en acción)

"Que extraño. Esta escalera resuena mucho más de noche que de día".

Finalmente, como la cosa ya no hay por donde cogerla, la trama se resuelve con un burdo Deus ex machina en el que el propio narrador, Criswell, decide intervenir en la película y dar su merecido al malvado Dr. Acula (que, por cierto, no hacía nada más que desplumar a incautos) descubrié
images.jpgndonos así la vuelta de tuerca final: El narrador está muerto y tiene doce horas de permiso para volver al mundo.
Me temo que ese es el tiempo que invirtieron en rodar Night of the Ghouls.
Pero es una película divertida.

jueves, 14 de octubre de 2010

El secreto de los hermanos Grimm



El director Terry Gilliam (El rey pescador, Doce monos) nos trae Los hermanos Grimm, la aventura de los legendarios escritores de cuentos, Will y Jake Grimm (Matt Damon y Heath Ledger), dos hermanos que viajan por la campiña napoleónica derrotando monstruos y demonios a cambio de algo de dinero rápido. Pero cuando las autoridades francesas se dan cuenta de su plan, los estafadores se ven obligados a luchar contra una verdadera maldición al adentrarse en un bosque encantado en el que las jóvenes doncellas desaparecen bajo misteriosas circunstancias. Muchos de sus cuentos más famosos, como La Cenicienta, Caperucita Roja y Hansel y Gretel se entremezclan en la historia con maestría, cuando los Hermanos Grimm se ven obligados a enfrentarse a todo a lo que su imaginación ha dado vida en esta épica batalla entre fantasía y realidad.

Charlie y la fabica de chocolate 1971






Willy Wonka (Gene Wilder) es el excéntrico dueño de una gran fábrica de caramelos. Un día decide organizar un concurso para los más pequeños, ofreciendo a los 5 ganadores una entrada dorada que permite un tour por la dulce fábrica. Uno de los ganadores es Charlie Bucket, un niño pobre de buen corazón que espera un futuro mejor para él, para su madre y sus cuatro abuelos. Los otros ganadores resultan ser cuatro insoportables niños.
Película Mágica donde las haya, una interpretación fabulosa de Gene Wilder, donde demuestra su elasticidad al comienzo de la misma.
Historia de un poderoso rey chocolatero, como lo es Willy Wonka poseedor de la mayor fabrica de chocolates de la historia y cerrada hace años al público, ahora abre sus puestas para cinco afortunados (niños ellos y pijos en su mayoría) y sus acompañantes, la forma de ser uno de los elegidos es encontrar un billete de oro que envuelve el chocolate, solo cinco billetes para todo el mundo, pero una experiencia única para los afortunados y para el espectador.
La fabrica en su interior y como bien dice (cantando) Willy Wonka aquí todo es comestible, un Willy muy sarcástico y con unas leyes y normas que son irrebatibles para poder seguir con la visita, de lo contrario los ayudantes Umpa Lumpas te despiden con una pegadiza canción.
Un mundo de Fantasía, para jóvenes y mayores que aun tienen ese encanto, pues te hará disfrutar y querer volver a ser niñ

Charlie y la fabrica de chocolate 2005





Las aventuras de un niño de una familia muy pobre, Charlie Bucket, que después de comprar dos barritas de chocolate gana uno de los cinco pases para visitar la fábrica del maestro chocolatero Willy Wonka: un individuo enigmático, de quien se explican mil historias pero que muy pocos han conocido. Charlie, más otros cuatro ganadores, descubrirá todos los secretos de la fábrica de chocolate y su propietario...

La unión entre Tim Burton y Johnny Depp sigue dando buenos frutos. Tras colaborar en clásicos como “Eduardo Manostijeras”, “Ed Wood” y “Sleepy Hollow”, director y actor han repetido el milagro con “Charlie y la fábrica de Chocolate”, adaptación de la obra homónima de Roald Dahl, ya llevada al cine por el realizador Mel Stuart con el título de “Un mundo de fantasía”.

Dejando a un lado la versión cinematográfica de hace 25 años, el director norteamericano ha llevado el cuento de Dahl a su personal terreno. Burton y John August, el guionista del filme, nos cuentan la historia de Willie Wonka, un estrambótico productor de chocolate que decide abrir su fábrica a los cinco afortunados que descubran un vale dorado en las tabletas del famoso dulce. Entre los agraciados se encuentran Charlie, un niño pobre y bueno; Augustus Gloop, un chaval alemán bastante glotón; Veruca Salt, una niña mimada; Mike Teavee, un muchacho insoportable, y Violet Beauregarde, una renacuaja obsesionada con ser la mejor en todo. Junto a sus familiares, los cinco locos bajitos se adentrarán en un mundo lleno de dulces, ríos de chocolate y Oompa-Loompas, unos enanitos encargados de trabajar en la fábrica. Allí también se encontrarán con alguna sorpresa no del todo agradable.

Siguiendo casi al pie de la letra el libro de Dahl, Tim Burton crea un universo colorista y absolutamente delirante que recuerda en cierta medida al que creara para “La gran aventura de Pee-wee”. Por su parte, Depp, en el papel de Willie Wonka, compone con maestría el papel de un tipo algo ridículo que parece no haber superado la represiva infancia con su padre. Si a ello añadimos las interpretaciones de Freddie Highmore (encargado de encarnar al bondadoso Charlie) , la impresionante música del gran Danny Elfman y un perfecto guión nos encontraremos con un bonito y casi magistral cuento para niños y grandes. Una historia con la siguiente moraleja: hay que educar bien a los niños para que éstos lleguen a ser buenas personas adultas.

Ed Wood






Edward Wood Jr. es un empleado de la utilería de los estudios de Hollywood en los años cincuenta que sueña con la fama. Se acerca al estudio Screen Classics, una productora de mala muerte que desea hacer un filme exploitation con la reciente noticia del cambio de sexo de Christine Jorgensen, y los convence para financiarle un filme. Pero después de rodar Glen o Glenda?, el nombre de Wood se transforma en mala palabra en Hollywood. Mientras busca medios de financiación para su siguiente proyecto, se cruza con Bela Lugosi, con quien entabla una fuerte amistad. Pero Lugosi se encuentra muy viejo y enfermo, y numerosos años de adicción a la morfina, falta de trabajo e incontables problemas financieros lo dejan cerca de la muerte. Decidido a concretar sus sueños y restaurar la fama perdida de su amigo en decadencia, Wood obtendrá fondos para filmar La Novia del Monstruo y, posteriormente, el clásico de culto Plan 9 del Espacio Exterior, la obra por la cual será recordado para toda la posteridad.

Edward D. Wood Junior es una figura que tiene poco y nada de legendaria o heroica. Simplemente es uno de los tantos fracasados que han recorrido las calles y golpeado las puertas de los estudios en Hollywood en busca de un sueño utópico, pero sin el talento necesario como para transformarlo en algo más que una fantasía. Al igual que innumerables directores de la serie B y Z de la cinematografía de los 50, 60 y 70, era un creador de engendros que recibían los abucheos masivos del público y la crítica. Sus obras no distan de las de otros asesinos del celuloide como Ted V. Mikels o Phil Tucker (el director de Robot Monster).

Y sus obras merecerían el olvido si no fuera por la dupla de hermanos Harry y Michael Medved, críticos de cine que decidieron crear en los años 80 el premio Golden Turkeys Awards (los Pavos Dorados del Cine), una suerte de Oscar para agasajar a las que consideraban las peores películas de la historia. Y, como ganadora constante de la pulseada, terminaba resultando elegida Plan 9 del Espacio Exterior, la que hoy es la obra más conocida de Wood y que hemos comentado en este sitio.

Tim Burton es otro director bizarro, pero infinitamente más talentoso que Edward Wood. Lo suyo es el gusto por lo macabro y el humor negro, y el afecto por los personajes marginados que se transforman en héroes impensados. Pero más allá de sus quilates artísticos, Burton no es un director comercialmente exitoso: con la excepción de Batman, los filmes de Pee Wee Herman y algún otro título como La Leyenda de Sleepy Hollow, sus proyectos terminan por hundirse en la taquilla si bien son aclamados por la crítica. Para la mentalidad pasatista del público americano, Burton es demasiado intelectual. En todo caso, lo que ha hecho Burton ha sido obtener fortuna de sus proyectos comerciales para financiar y presionar a los estudios a que le den luz verde a obras más personales. En definitiva, es un director de culto.


Pero a pesar de todas las controversias, Ed Wood es un filme delicioso. Sin duda tiene toda la memorabilia y los cameos que corresponden y que sólo un fan puede valorar, como Conrad Brooks haciendo de barman o el protagonista de Plan 9 del Espacio Exterior interpretando al financista en la fiesta donde aparece Vampira. Es también el show de freaks que uno espera en una obra de Burton, como Bunny - el amigo gay de Wood que iba a cambiar de sexo -, la decadente estrella cinematográfica de Bela Lugosi, el descomunal luchador sueco Tor Johnson, la fantasmagórica presentadora de televisión Vampira, y el mismo Wood, que termina por dirigir sus películas vestido de mujer. La obra de Ed Wood Jr. está reflejada en todo su brillo; incluso cuando el filme trata sobre la vida real, utiliza decorados tan obviamente falsos como los que Wood usaba en sus películas (noten los escuetos mobiliarios, los ambientes en penumbras, las paredes simil cartón). Los intérpretes recitan sus parlamentos con la misma cadencia que los filmes clase B de los cincuenta; e incluso en la apertura y cierre del film emplean una maqueta notoriamente falsa de Hollywood para realizar el paneo general de la ciudad.

En donde reside el corazón de la obra es incuestionablemente en la relación entre Ed Wood y Bela Lugosi. Todo el circo de fenómenos podía dar lugar a una comedia absurda o a una satira filosa sobre Hollywood, pero Burton decide privilegiar la relación entre el artista sin talento y el actor en decadencia. Es un vínculo de profunda simpatía y respeto, realzado por las interpretaciones de Deep y fundamentalmente de Martin Landau

Ed Wood es una película hecha con mucha sensibilidad, con mucho cariño del director hacia sus personajes. No funciona tan bien como metáfora de hombres luchando por sus sueños - los personajes eran y siguen siendo unos fracasados al final del film -; pero sí lo hace como pantallazo al submundo del cine Z, y como una profunda historia de amistad. Sin dudas es una verdadera obra maestra.


Swenney Tood, Tim burton






Adoptando el disfraz de Sweeney Todd, Barker regresa a su antigua barbería encima del local de empanadas de carne de la Sra. Lovett, y fija sus miras en el juez Turpin que, con la ayuda de su vil secuaz Beadle Bamford, le mandaron lejos con una acusación falsa y así poder robarle a su esposa, Lucy, y a su hija bebé. La Sra. Lovett le cuenta a Todd que su mujer se suicidó con veneno después de que el juez Turpin se aprovechara de ella. Pero cuando un barbero rival, el flamante italiano Pirelli , amenaza con descubrir la verdadera identidad de Sweeney, Todd le mata cortándole la garganta. Al no saber qué hacer con el cuerpo, la Sra. Lovett ve esta circunstancia como una potencial solución para su debilitado negocio - y sugiere usar la carne humana para el relleno de sus empanadas de carne. Sweeney descubre que el juez ha volcado todo su cariño hacia Johanna, la ya adolescente hija de Sweeney, la cual está ahora bajo la tutela de Turpin. Prisionera en su casa, un día Anthony, el joven marinero que rescató a Sweeney del mar, se fija en Johanna. Perdidamente enamorado, Anthony jura rescatar a Johanna y casarse con ella. Mientras tanto, las empanadas de carne de la Sra. Lovett pronto se convierten en la comidilla de Londres, y mientras su negocio florece, sueña con una vida respetable junto al lado del mar junto a Sweeney como su marido y con el ex ayudante de Pirelli, Toby ahora a su cargo, y también con su hijo adoptado. Pero Sweeney solo tiene en mente la venganza - en detrimento de cualquiera o de cualquier otra cosa.


Eduardo Manostijeras





Durante una noche de Navidad, una anciana le cuenta a su nieta la historia de Eduardo Manostijeras (Johnny Depp), un muchacho creado por un extravagante inventor (Vincent Price) que no pudo acabar su obra, y que dejó al joven con afiliadas cuchillas en el lugar de sus manos

"Obra maestra del cine moderno que, en su estreno, no fue recibida como se merece, pero que, con los años, se impone como una de la mejores películas de la historia del cine

Probablemente la película más hermosa de Tim Burton, triste y conmovedor cuento de Navidad con claras reminiscencias frankensteinianas y una ácida crítica social que retoma la figura del muchacho inadaptado incapaz de empatizar con el entorno hostil e hipócrita que le rodea. Maravilloso diseño de producción, guión e interpretaciones para una película admirable tanto por su forma como por su contenido. La bellísima banda sonora de Danny Elfman, todo un clásico moderno, está más allá de cualquier alabanza que pueda hacérsele. Sencillamente inolvidable.