miércoles, 10 de noviembre de 2010

La Maldición De Los Karnstein (1964) )







sinopsis:

Ludwig Von Karnstein es un aristócrata centroeuropeo que vive en un apartado castillo junto a su hija Laura. Sobre la familia pesa una terrible maldición. Hace siglos, una de sus antepasadas, llamada Sheena, fue condenada y ejecutada por sus propios familiares tras ser acusada de practicar la brujería. Antes de morir, la hechicera maldijo a su estirpe y juró volver, reencarnada en una de sus descendientes, para matar, uno a uno, a todos los Karstein.
El caso es que Laura lleva una temporada sufriendo pesadillas en las que ve morir a jóvenes parientes suyas al tiempo que van llegando noticias de que, efectivamente, las chicas han sido asesinadas. El propio conde Ludwig comienza a inquietarse y solicita los servicios de un experto anticuario llamado Friedrich Von Klaus para tratar de encontrar alguna pista, un retrato de la bruja Sheena, que confirme o alivie sus sospechas acerca de si su propia hija es la reencarnación de la hechicera. Casi al mismo tiempo que el restaurador, llega al castillo una joven desconocida llamada Liuba, cuyo carruaje ha sufrido un percance y a la que los Karnstein ofrecen alojamiento hasta que su aristocrática madre (que ha de realizar unas urgentes gestiones que no admiten demora) pase a recogerla.




Ficha Técnica

Director: Camillo Mastrocinque / Productora: Hispamer Films S.A. / Guión: Ernesto Gastaldi, Carmen Martínez Román, José Luis Montero (basado, muy libremente, en el relato Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu) / Fotografía: Julio Ortas / Música: Carlos Sabina / Montaje: Heriberto Marco / Intérpretes: Cristopher Lee, José Campos, Adriana Ambesi, Pier Anna Quaglia, Vera Valmont, Angel Midlin, Nela Conjiu, José Villasante, Luis Campos, José Cortés, John Karlsen, Cicely Clayton, Rafael Vaquero / Nacionalidad y año: España-Italia 1964 / Duración y datos técnicos: 84 min. Blanco y Negro. Idioma: Dual Castellano (audio algo envejecido) e italiano, con algunas escenas exclusivamente en italiano y subtítulos realizados expresamente para ellas (y sólo para ellas).


Comentario


La Maldición De Los Karnstein es una peli curiosísima en más de un sentido. En primer lugar porque se trata, al mismo tiempo, de un ejemplo de Gótico Italiano (realizado en su momento álgido, además) y de Fantaterror español (y bien temprano, por cierto). En segundo lugar porque supone, que yo sepa, la primera adaptación del relato Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu (que tanto juego ha dado después… sobre todo en manos de la Hammer). Y en tercero porque la película conoció, casi desde su estreno, tres montajes diferentes (el español y el italiano, por supuesto, al fin y al cabo ambos podrían ser considerados los “originales”… a los que se unió un tercero, americano, para el mercado yanqui).

Yo conseguí, tras una búsqueda digna de una de esas noveluchas de Dan Brown, los tres. Deseché inmediatamente el estadounidense por ser muy parecido al español (y porque estaba doblado al inglés, sin rastro de audios originales). Hice lo mismo con el montaje patrio, ya que la copia de la que dispongo es un TVRip con una calidad de imagen realmente mala (tremenda, desesperante… maese Coxtra, que es el amigo que me ayudó con el montaje –bueh… en realidad el que lo hizo todo- podrá dar fe de que no exagero nada). No obstante, el audio era aprovechable (a pesar de estar bastante envejecido) así que, contando con la versión italiana, podía intentarse algo al respecto. Como yo soy un auténtico zote en lo que a temas técnicos respecta, solicité la ayuda del anteriormente citado maese Coxtra. Y mi buen amigo acometió la tarea de hacer un montaje aprovechando el audio español y la imagen italiana. Y a fe mía (y suya) que fue un trabajo arduo. Las versiones española e italiana eran muy diferentes. No se trataba sólo de escenas cortadas… eran montajes distintos. Al final, con mucho esfuerzo, paciencia y habilidad, maese Coxtra consiguió dejar una versión dual impecable (en la que incluso me parece notar que el envejecido audio español ha mejorado un poco… lo juro). Como hay algunas escenas en toscano que no llevan doblaje, hemos elaborado unos subtítulos para ellas (exclusivamente para ellas… Y lo advierto porque al ser una versión dual lo ideal habría sido crear unos subs en español para el que quiera disfrutar la peli en VOSE. Pero no he podido hacerlos, mes amis… Quizás algún día…).

Bueh… En cualquier caso la película es una obra más que notable. Bien es verdad que como ejemplo de Gótico italiano, siendo arquetípica, no es la mejor (su propio director, Mastrocinque, firmó dos años después una cinta titulada Un Angelo Per Satana que, al menos a mí, me parece infinitamente superior; casi rozando la categoría de obra maestra) pero eso no impide que la considere una pequeña joya, una delicia disfrutable y encantadora.

Ahora… eso sí… como muestra del temprano Fantaterror patrio no tiene precio. Y me sirve, una vez más, para arrimar el ascua a mi sardina (o traer el agua a mi molino, o la expresión que voacés prefieran) y defender, aportando otra prueba más, mi sempiterna, machacona y cansina teoría de que el género de terror, al menos desde 1961 (y “Gritos En La Noche”) conoció un auge evidente en España durante la década de los 60’s. A despecho de ese disco rayado (tan rayado como el mío, lo reconozco) que insiste en que no es hasta finales de esa misma década y principios de los 70’s cuando realmente arranca. Ejem.

Y, además, me sirve para demostrar que el nivel medio de calidad de las producciones de ese Fantaterror estrictamente sesentero era superior al de las pelis que le siguieron… Porque, mal que nos pese, el aluvión de películas de miedo producidas a partir de 1970 en España no se caracteriza, precisamente, por sus valores cinéfilos. Y mira que me gustan a mí, que conste… Pero las cosas como son: Hay que reconocer que el nivel de exigencia se relajó un poquico… Que el listón bajó algo, coñe. Que, disfrutables y entrañables como son (y absolutamente imprescindibles. No concibo mi vida sin ellas), sus pretensiones eran muy claras. Y en la mayor parte de los casos no incluían entre ellas el reconocimiento de la crítica, desde luego...

En los 60’s la cosa era diferente. Seguía primando la contención, la elegancia, la búsqueda de una especie de legimitación estética y artística que, si bien no siempre se lograba, no dejaba de percibirse en la mayor parte de las producciones de la época. En “La Maldición De Los Karnstein”, desde luego, se nota mucho.

La peli es la quintaesencia de lo Gótico. Ambientada en el siglo XIX en un indefinido lugar de Europa Central (germanófono, supongo; por los apellidos y nombres, más que nada… Aunque bien es cierto que el ama de llaves se llama Rowena –nombre que me suena muy celtobritánico- y que la joven recién llegada responde por Liuba o Ljuva, que uno juraría que parece eslavo), aparecen todos y cada uno de los ingredientes del género. Lo sobrenatural, desde luego. Pero también los escenarios y elementos más típicos como son el viejo castillo lleno de largos y oscuros corredores, los candelabros, los amplios salones, los ventanales azotados por la lluvia y las ramas de los árboles, las ruinas, las criptas, las estatuas de piedra, los sepulcros familiares, las campanas de la iglesia abandonada, las jóvenes protagonistas corriendo a través de la noche vestidas con sus camisones blancos, los mayordomos siniestros y los nobles atormentados. Vamos… de enciclopedia.

Antes he aludido a sus valores formales. Y a fe mía que le sobran… Contenida, elegante, con una fotografía espléndida (llena de claroscuros y muy deudora de las producciones italianas de la época) y con la presencia del fabuloso Cristopher Lee, espléndido como siempre. La peli es una joyica de principio a fin, dignísima representante de una época en que hasta las producciones de serie B y vocación estrictamente comercial mimaban cada detalle (la ambientación es una maravilla) con un esmero que se echa en falta desde hace muchos años incluso en la gran industria.

Como ya he comentado, el argumento se inspira, de forma muy libre, en el relato Carmilla, de Joseph Sheridan Le Fanu. La historia del escritor irlandés de Ghost-Stories tiene el honor de ser, junto al Drácula de Bram Stoker, uno de los grandes textos clásicos sobre el vampirismo (desde mi punto de vista, las dos obras, mano a mano, fijaron el canon estético, iconográfico, del vampiro tal y como lo conocemos… Al menos hasta el advenimiento de esas languideces pseudoliterarias de Anne Rice y sus espúreos e indeseables descendientes de los últimos años). Que yo sepa, es la primera vez que una película adaptó el relato. Pero cuidado… porque “La Maldición De Los Karnstein” no es exactamente una peli de vampiros. O no lo es en el sentido al que estamos acostumbrados (o, mejor dicho, en el que cabría esperar de una producción de aquella época). Para empezar, lo de “adaptación libre” hay que matizarlo. El argumento, en cierto modo, es muy fiel al cuento de Le Fanu. Pero lo inserta (o envuelve) en otras historias diferentes, como la de la maldición familiar, la bruja ejecutada cientos de años atrás y un evidente tono de peli de suspense que juega a mantener la tensión sin que sepamos quién es el malo hasta los minutos finales…

Por otro lado, ya lo he dicho, aunque la Carmilla original era un relato de vampiros en sentido estricto, aquí no hay un decantamiento tan claro. De hecho, que nadie espere colmillos puntiagudos, mordiscos en el cuello ni cosas parecidas, porque no aparecen en ningún momento… Ni siquiera se mantienen los nombres originales. Aquí no hay Carmillas ni Mircallas. Aunque, eso sí, la familia se apellida, claramente, Karnstein; por si había dudas. Lo que sí se respeta, e incluso se potencia, es ese erotismo soterrado y homoerótico, de la obra de Fanu (la ambigua relación entre Carmilla y su joven anfitriona… en este caso entre Liuba –o Ljuva- y Laura) que en la peli es bastante evidente (aunque no explícito… Aquí no hay desnudos ni camisones transparentes. Desgraciadamente para los que como yo, tenemos cierta inconfesable pulsión voyeurística, ay… 1964, of course). Como no podía ser menos, en la versión española buena parte de los “cortes” corresponden a esas escenas en las que la amistad entre las dos jóvenes deja entrever connotaciones sáficas. Pero (y esto es lo más curioso) ni todos los cortes afectan a ese tipo de escenas ni todas las que serían susceptibles de ser interpretadas de esa forma están cortadas… Cosas veredes, Sancho…

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