domingo, 7 de noviembre de 2010

Freaks, la parada de los mounstros


La morbosidad es un reflejo innato en el ser humano. Nos fijamos en todo aquel que es diferente, si es demasiado alto, demasiado bajo o padece alguna deformación física y por mucho que consideremos esta una actitud de mal gusto o de poca educación no podemos evitarlo pues forma parte de nuestra condición humana.

Tod Browning era consciente de ello. Sus inicios en el mundo del espectáculo fueron en pequeños circos ambulantes, donde convivía con seres deformes que a principios del siglo XX eran desterrados y condenados a vivir juntos, encontrando como único modo de vida ser exhibidos para mayor deleite y sorpresa del morboso público que acudía a aquellas atracciones, todos ellos ávidos de nuevas sensaciones para después poder regocijarse en su condición de “persona normal”.

Mucho antes de los grandes éxitos que rodó Browning para “Universal Pictures” y coincidiendo con su etapa en el cine mudo, ya había reflejado el mundo del circo en sus primeras obras, en especial cabría destacar la excelente “Garras Humanas” donde ya combinaba el cine de terror con el mundo de la farándula, al desarrollarse toda la obra en un circo ambulante. Pero su apuesta llegaría realmente lejos, cuando “MGM”, con la intención de conseguir los mismos beneficios que tenían otras productoras con las que había trabajado Browning, de manera que propuso le propusieron realizar la Gran Película De Terror.

Browning no lo dudó un solo momento y decidió poner toda la carne en el asador, para ello decidió recuperar el mundo del circo que tanto le había apasionado pero eludió cualquier espectáculo convencional, y para su Gran Obra De Terror, decidió aglutinar a toda una serie de personajes con malformaciones, mutilados, tullidos, enanos... todos ellos se dieron cita en la que sería la gran obra maestra de Tod Browning “Freaks” los monstruos que cohabitaban en las casetas de feria eran los protagonistas de esta osada obra.

Para ello recuperó una historia corta titulada “The Unholy Three” en la que explicaba la venganza por parte de los “freaks” de una feria ambulante, tras humillar e intentar asesinar a uno de ellos una trapecista que no padecía ningún tipo de malformación.

Lejos de ridiculizar a sus personajes, Tod Browning los trata con cariño, con respeto. El director demuestra que ama a sus mal llamados “monstruos” y los humaniza consiguiendo que el espectador se sienta identificado con ellos a más de simpatizar con su causa.

Tras el visionado de “Freaks”, resulta difícil no quedarse con un sabor agridulce y con un cierto vacío en el estómago. Las sensaciones que provoca “Freaks” son múltiples de manera que resulta difícil poder olvidar nunca esta provocadora obra maestra. Browning sabe moverse con comodidad en momentos conmovedores, como en la escena en la que el propietario de las tierras donde acampa el equipo del circo decide echar a los nuevos huéspedes de sus tierras por el mero hecho de ser deformes siendo finalmente convencido de que no lo haga, cuando su cuidadora le dice “-...no lo ve, sólo son niños.” Aunque el momento que más me ha angustiado siempre que he visto esta película, es la escena de la venganza final por parte de todos los “freaks” del circo para con la trapecista embaucadora. Todos moviéndose o arrastrándose por el suelo en medio de una noche tormentosa, mientras se acercan a su presa, provistos de navajas y demás armas. Sin lugar a dudas una de las escenas de terror mejor filmadas de la historia del cine.

La libertad de creación que “MGM” concedió a Browning para gestar su film, no llegó a fraguar con el público ni con la crítica de la época, que no tardó en tacharla de indecente e inmoral por mostrar sin ningún tipo de tapujos a semejantes seres deformes. A pesar de llegar a hacerse diversos finales y de recortar una buena parte del metraje de la película, el film se convirtió injustamente en un estrepitoso fracaso en taquilla, provocando en Tod Brownig un incipiente desaliento que terminaría por llevarle a su retiro en Malibú al poco de fallecer su esposa, lo que acabaría sumiéndolo en una soledad total. Enfermo de cáncer y apoplejía, Browning murió sólo e incomprendido en 1962.

Hoy “Freaks” es un clásico indiscutible, una clara inspiración para muchos cineastas y creadores, sería interesante destacar la versión libre de “Freaks” que realizaron para el cómic Bruce Jones y Bernie Wrightson en el cómic “Feria De Monstruos”.

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