miércoles, 17 de febrero de 2010

Godzilla de Roland enmerich





Quizá en busca de la conquista definitiva del mercado asiático, Hollywood no escatimó esfuerzos en esta superproducción que relata las legendarias -y orientales- correrías de un gigantesco lagarto mutado por las radiaciones. A pesar de su impresionante campaña de márketing -con el famoso y ambiguo lema "El tamaño importa"- resultó un pequeño fracaso de taquilla en USA -sospecho que debido a su extraño casting-, aunque funcionó mejor en el resto del mundo. Roland Emmerich venía de arrasar con su "Independence Day", y se eligió un reparto sin caras demasiado conocidas porque se quería que el "monstruo" fuera el verdadero protagonista... pero la fórmula sólo funcionó a medias. Excelentes efectos especiales al servicio de un pobrísimo guión para un film lleno de acción para mentes (o momentos) poco exigentes, en los que se deja ver.

El cine japonés y principalmente las películas de Godzilla son peculiares y únicas, son ese tipo de cosas que ya tienen su "tradición", son parte del patrimonio cultural de Japón y habría que respetarlos, algo que la industria del exceso hollywodense no hizo.
A base de una enorme campaña publicitaria (una año aprox. antes del estreno), la maquinaria se hechó a andar, efectos especiales, posters por doquier, y el slogan "el tamaño si importa", se pretendió enseñarles a los japoneses a hacer las cosas "bien".
El resultado un fracaso, una pésima película, un "churro" cinematográfico que solo nos hace ver los absurdos de Hollywood.
Digno fracaso que podría ser parte de un capítulo de los Simpson.
Despilfarro, que se traduce en un producto aburrido y ridículo

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